FCRm 100/3 - Electrobomba monofásica multihélice de 0,75 CV
Control del rocío para la salud del césped en otoño

El estancamiento continuo de la humedad en las hojas favorece de hecho la entrada de hongos patógenos que dificultan el normal mantenimiento del césped.
Las siguientes enfermedades del césped:
La mancha dólar (Sclerotinia homeocarpa), las royas, las helmintosporiosis (Drechslera, Bipolaris, Exserohilum), la mancha gris de la hoja (Piricularia grisea), el hilo rojo (Laetisaria fuciformis) y las enfermedades de las hojas en general se transmiten por esa fina película de agua que se forma durante la noche y permanece en las primeras horas de la mañana.
Marchitez por Fusarium, pero también por Rhizoctonia spp. (es decir, los hongos que pasan el invierno y permanecen protegidos en el fieltro) también se benefician del nivel constante de humedad presente debido al rocío.
ÍNDICE
1. Enfermedades del césped favorecidas por el rocío
![]() | Dólar al contado |
La mancha dólar es una enfermedad foliar del césped causada por el hongo Sclerotinia homeocarpa. Las plantas afectadas muestran lesiones de color blanco a amarillo pajizo que progresan hacia abajo desde la punta de la hoja o lateralmente a través de las láminas de las hojas. | |
![]() | Helmintosporiosis |
La helmintosporiosis (nombre científico: Bipolaris spp., Drechslera spp.) es un hongo del césped que provoca un deterioro/amarillamiento extenso (no irregular). | |
![]() | Mancha gris de la hoja |
La mancha gris de las hojas es una enfermedad de las hojas que afecta principalmente al raigrás perenne y secundariamente a Festuca arundinacea. Es causada por un hongo patógeno (Pyricularia grisea) que infecta y destruye las láminas de las hojas. | |
![]() | Hilo rojo |
El hilo rojo (Laetisaria fuciformis, sin. Corticium fuciforme) es una enfermedad fúngica que afecta al césped. Se presenta con manchas irregulares, inicialmente de color marrón claro, para luego adquirir un color pajizo. |
2. Cómo combatir el problema del rocío en el césped
Con la presencia de agua en el suelo podemos obtener lo que se llama capacidad de campo y la consecuente formación de una reserva hídrica adecuada para épocas de crisis.
Así pues, una de las primeras y más importantes prácticas de cultivo en otoño consiste en crear gotas de mayor tamaño sobre la hoja que caen al suelo por efecto de la gravedad, venciendo la fuerza de adherencia con las láminas foliares. Hablamos de la práctica del riego matinal de otoño, encendiendo el sistema de riego durante unos minutos a primera hora de la mañana. Si no disponemos de sistema de riego o no queremos utilizarlo, incluso el simple cepillado del césped hace que caigan gotas de rocío al suelo y en consecuencia el césped esté más sano.
Pero el rocío también se puede contener mediante otras prácticas de cultivo y administración de productos.
3. ¿Qué productos vienen al rescate?
El primer método de control es el uso de agentes humectantes. En particular, Bottos Water Plus es capaz de controlar la correcta relación entre la microporosidad (espacios ocupados por el agua) y la macroporosidad del suelo (espacios ocupados por el aire) con la consiguiente reducción del fenómeno de la evapotranspiración y la formación de rocío y exudados foliares.
Incluso los productos tensioactivos adecuados para aumentar el fenómeno de infiltración como Bottos Water X son esenciales para reducir el impacto negativo del rocío. Al reducir la tensión superficial del agua, se forman gotas más pequeñas que se deslizan por las láminas de las hojas al no poder desarrollar una fuerza adhesiva y viscosidad adecuadas y caen en el suelo, penetrándolo.
La función antitranspirante la realizan también los tintes para césped, con especial atención al producto Wintergreen de Bottos. Se trata de un tinte específico, no tóxico, de color verde natural que cubre las láminas de las hojas, mejorando el rendimiento fotosintético y formando una pátina semipermeable para evitar que los líquidos se filtren de las plantas. De esta forma se consiguen plantas que además de estar coloreadas en un periodo en el que habitualmente entran en letargo, también son más robustas frente a la tracción, el desgaste y el pisoteo (hojas más duras y crujientes).
Como ya se ha mencionado, el control del rocío también determina indirectamente el control del fieltro y, por tanto, la consiguiente prevención del desarrollo de otras enfermedades fúngicas.
Así que volvemos de nuevo a la necesidad de no tener una incidencia excesiva de rocío. Es necesario tener la cantidad adecuada para mantener un nivel correcto de humedad de la vegetación, pero también es necesario conseguir que este nivel de humedad no se convierta en estancamiento y falta de circulación del aire.
4. Mantener la planta en forma
Hacer que las raíces del césped trabajen bien mantiene siempre en funcionamiento la “bomba hidráulica del césped”, garantizando que en el interior de las plantas exista siempre el correcto equilibrio entre la savia ascendente y la savia descendente, pudiendo transferir sustancias de reserva a lo largo de todas las partes de las plantas y haciendo vital cada proceso fisiológico.
Bioestimulaciones, bioactivados/bioactivadores con introducción de hongos antagonistas beneficiosos, fertilizantes granulados para el desarrollo radicular (alto contenido en Potasio y Nitrógeno de liberación lenta o programada), acciones agronómicas de craqueo/clavado completan luego la fase de control y gestión del rocío con el fin de mantener céspedes sanos y robustos.
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